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Alba (7) celebra un punto junto a sus compañeras.
Alba Sánchez reinventa las expectativas
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Alba Sánchez reinventa las expectativas

La moralejana buscará el Europeo con la selección en septiembre y debutará en la Primera francesa en octubre

FERNANDO GALLEGO

Lunes, 27 de junio 2016, 21:12

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Al poco de llegar al Centro de Alto Entrenamiento de Soria, cumplidos ya los 14 años, a Alba María Sánchez García (Moraleja, 1991) le soltaron un «no vas a llegar ni a Liga FEV» tan tajante como áspero. «Lo siento Alba, de verdad, pero es que no tienes condiciones físicas», le remarcó su entonces entrenador. Diez años después de aquella profecía, la moralejana Alba Sánchez ha renovado una temporada más con el Èvreux Volley-ball francés y debutará el próximo curso en la Pro 1, una de las mejores ligas de Europa. «Ahora he vuelto a coincidir con aquel entrenador en la selección española, y ya no me dice nada. Se le habrá olvidado», rememora, risueña y sin inquina alguna, Alba.

Es ya la mejor jugadora de la historia del voley extremeño, y sin embargo está convencida de que aún no ha tocado techo. «Este último año ha sido mi primera experiencia en el extranjero de verdad, y tanto a nivel deportivo como personal me ha ayudado a cambiar de chic. Mi intención es seguir creciendo porque yo me veo como jugadora de voley profesional», analiza en sus primeros días de vacaciones en Extremadura.

«Esto no es innato. Yo cuando empecé era muy descoordinada. He mejorado conforme entrenaba», reconoce Alba, que como Fátima Gallardo o Miriam Casillas empezó a practicar deporte porque de pequeña le dolía la espalda. «Me lo recomendó el médico, pero a mí no me llamaba la atención. No me apetecía jugar al voley, en serio. Me apunté porque me lo dijeron mis amigas... y mira». Este 'mira' esconde una pila de momentos imborrables: su captación por el CAEP de Soria con 14 años, su debut en Superliga con el Universidad de Burgos, la internacionalidad con la selección, aquel mitiquísimo curso con el Extremadura Arroyo en la élite, el Premio Extremadura del Deporte en 2013, su fichaje por el campeón belga... y ahora su debut en la jet del voley francés.

«Desde siempre he mantenido que uno de mis sueños era irme a jugar al extranjero», hace memoria esta receptora y atacante de ala. «Y aunque sé que al principio siempre lo paso mal, soy muy cabezona en ese aspecto. Este último año debo reconocer que la experiencia ha sido dura, pero muy buena, porque el miedo se esfuma con el paso del tiempo. Al final, una se adapta a todo». En Francia no pagan sueldos altos pero, a diferencia de la Superliga española, sí se puede vivir del voley: dan de alta en la seguridad social, los contratos duran diez meses, hay seguros y cláusulas profesionales... «Cambié Bélgica por Francia el pasado verano porque me hablaron muy bien de la liga francesa. Mi intención era meterme en la Pro 1, pero no surgió esa posibilidad. Entonces me llamaron del Èvroux, de la Segunda División, con un proyecto serio para subir, y ahí vi la oportunidad de meterme en Pro 1. Porque me intención es quedarme varios años más por allí. Tienen unas estructuras muy buenas», relata Alba Sánchez.

Los aficionados al voleibol en Arroyo de la Luz la disfrutaron toda una temporada. El técnico del Extremadura Arroyo, Adolfo Gómez, que no había coincidido con ella nunca pero sí que la seguía desde sus primeros pasos en Coria, la llamó y le trasladó su deseo de que formara parte del primer proyecto arroyano en la élite. «Yo soy muy de casa, y es un orgullo que a gente que da tanto por el voley le salgan bien las cosas», explica Alba. «Reconozco que me lo pensé en su momento, porque tenía ofertas de otros equipos más asentados en Superliga y del extranjero, pero cuando tomé la decisión estaba encantada».

Aquel curso, aparte de quedarse a un centímetro de jugar Copa de la Reina y ganar en una cancha, la de Murillo, donde nunca antes nadie había ni ha ganado aún, Alba Sánchez se llevó un buen grupo de amigas para el WhatsApp, una experiencia como entrenadora de niñas impagable y el cariño de una afición que incluso le acompañó a Madrid para animarla en un partido de selección ante Grecia. «Ese día fue el momento más especial de toda mi carrera. Podrían parecer impostadas todas aquellas fotos, pero no, nos llevábamos muy bien. Aquello era y es una familia. Mis padres, de hecho, cada vez que pueden se acercan cada quince días a ver al equipo jugar en casa».

Alba descansará hasta el 1 de agosto en su Moraleja natal, se concentrará luego con la selección española buscando la clasificación para el Europeo y a finales de septiembre volará a Francia para debutar en Pro 1 con el Èvroux. Y sin embargo esto no ha hecho nada más que comenzar... dice.

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