Los ángeles de la guarda de Arroyo de la Luz
El Servicio de Proximidad puesto en marcha por el Ayuntamiento arroyano ha prestado ya 447 servicios a 102 personas
Redacción/A. I. Padilla
Arroyo de la Luz
Martes, 14 de abril 2020, 12:11
En Arroyo de la Luz, como en el resto de municipios de España desde que comenzó el confinamiento, hay muy personas que están solas en casa, pero no desatendidas, ya que por ellas velan sus ángeles de la guardia, un grupo de personas que cada día se encargan de que a estas personas no les falte de nada.
Se llaman Isabel, Izahara, Laura, Pilar, María Soledad, Elena, María, Esperanza, Gema, Marga, Marisa, Mari Angeles, Ouaffa, Rocio, Maria Angeles, Maria Felisa, Tamara, Sonia, Trinidad, Vicenta y Victoriana y son trabajadoras del Ayuntamiento arroyano.
El Ayuntamiento de la localidad creó el Servicio de Proximidad local y, en los 30 días que han pasado desde que se decretó el aislamiento social, no ha parado de gestionar recursos para atender a la población más vulnerable, creando para ello una serie de nuevos servicios públicos con los que ha reforzado su área de servicios sociales constituyendo la Plataforma ciudadana FuerzArroyo, de la que ya forman parte alrededor de 200 vecinos.
Este grupo de voluntarios son coordinados de manera conjunta por la concejala de salud y servicios sociales y el concejal de participación ciudadana e innovación social.
Entre los servicios que se crearon figura el Servicio de Proximidad, que es atendido por las 21 auxiliares de ayuda a domicilio del Ayuntamiento arroyano. Entre las labores que llevan a cabo, cada día realizan el seguimiento y atención a las personas que necesitasen ayuda por diferentes motivos, habiendo sido atendidas ya, desde el pasado 13 de marzo, a 102 personas, con 447 servicios realizados hasta ahora.

Entre las 102 personas atendidas se encuentran personas con movilidad reducida, solas, con diferentes enfermedades, matrimonios de edad avanzada, positivos en coronavirus…
Todos coinciden en que, aunque cuentan con el apoyo familiar, lo tienen fuera de la localidad o, si lo tienen dentro de Arroyo debían estar aislados, razones que han hecho que pasaran a ser ciudadanos en situación de vulnerabilidad.
Entre los servicios que llevan a cabo se encuentran la compra de alimentos, medicinas o tirar la basura, entre otras actuaciones de la vida diaria.
Para ello el Ayuntamiento ha habilitado el número de teléfono 689243675, al que llaman diariamente para solicitar cualquier tipo de ayuda que precisen.
Son muchas las historias personales que hay detrás de cada servicio que presta el Ayuntamiento, como los casos de personas que viven solas como Julia, Juana, y María Luisa, y saben que no pueden salir a la calle por el riesgo que corren por los problemas de corazón, cáncer o diabetes que padecen.
Alguna de ellas ha pasado el temido COVID19, y todas siguen a rajatabla las recomendaciones de los médicos del Centro de Salud y de las autoridades sanitarias.
Cada uno de ellos llama de dos a tres veces por semana para que el servicio de proximidad le acerque el pan, las cuatro «cosinas» para la comida y la cena, sacar la basura o ir a la farmacia de La Parra, a la de Sanguino o a la de Rodrigo a por las pastillas de la «cartillina». Saben que llamando por la mañana de lunes a viernes a ese teléfono, los Servicios Sociales del Ayuntamiento les mandarán a una auxiliar para lo que pudieran necesitar.
Las 21 auxiliares de ayuda a domicilio del Ayuntamiento, que se han convertido en verdaderas Ángeles de la Guarda para las personas vulnerables de la localidad, trabajan entre otros servicios municipales en este de proximidad para que, con todas las medidas de protección y sin contacto directo con el ciudadano, los vecinos más vulnerables puedan tener la tranquilidad de que sus necesidades prioritarias estará cubiertas con total garantía y máxima prevención.
Adolfo está muy agradecido cuando le van a por el pan sin gluten para su esposa celíaca, y Mercedes, su vecina, con la que habla de puerta a puerta, se quita tener que bajar la basura. Están mentalizados de que tienen que quedarse en casa, y agradecen que el Ayuntamiento les ahorre riesgos innecesarios.
Virtudes, de 89 años, que vive sola en el pueblo y su hija en Cáceres, con el teléfono como único medio de contacto con ella, llamó a través de una vecina para cambiarle las pilas al teléfono y para subirle la bombona a la cocina que el repartidor le había dejado en la puerta, porque se había quedado incomunicada y no nos podía llamar, o Jacinta, de 94 años, que presume con razón de que siempre le piden el carnet porque no se creen la edad que tiene, que vive sola y tiene la familia en Madrid, y aunque se apaña para la basura con su vecino que está muy pendiente de ella, tiene apuntado con su letra y bien cerquita el teléfono de atención al ciudadano para que cuando tenga necesidad de ir al comercio o a la farmacia tenga en la puerta de casa lo que necesite.
Desde el Ayuntamiento agradecen «enormemente» el trabajo realizado por todo el personal que lleva a cabo esta labor; 21 mujeres arroyanas que están coordinadas «por una excelente profesional» como es la trabajadora social Eva Luz Jiménez.
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