

El pasado sábado, día 18 de mayo, Mérida celebró su mítica carrera de barro obstáculos Farinato Race, que ha cumplido su décima edición. 500 corredores se dieron cita para hacer frente a esta dura prueba que se llevó a cabo en el entorno del Acueducto de los Milagros y la Isla del Guadiana.
Los aspirantes tuvieron que saltar alambradas, trepar muros y hasta saltar fuego.
Entre los participantes hubo 3 arroyanos que decidieron probarse a sí mismos en esta prueba; Marta Roldán, Cristina del Corral e Iván Ramos.
Aunque compitieron en categoría popular individual, los arroyanos cruzaron juntos la meta ya que al permitir las normas de la carrera ayudarse unos a otros, decidieron hacer un trabajo en equipo aprovechando los fuertes de cada uno y se esperaron para atravesar la meta y saltarla los tres juntos.
Como explica Marta Roldán, es una prueba muy dura pero consiguieron finalizarla. «Seguimos vivos», señala Marta entre risas, asegurando que está llena de moratones y tiene quemaduras, al igual que Cristina e Iván. «Parece que venimos de la guerra, pero bien, seguramente repetiremos el año que viene porque nos ha encantado», asegura.
La Farinato Race es un divertido y duro circuito de carreras de obstáculos. Las carreras ofrecen una distancia que se adecúa a diferentes niveles y capacidades y está dirigido a personas cuyo objetivo sea superar todos los obstáculos posibles.
La carrera celebrada en Mérida volvió a contar con pruebas para todos los niveles y edades; farinatitos, family day, iniciación y jóvenes farinatos además de las diferentes tandas de la prueba de 7k.
En total fueron 19 obstáculos a los que los participantes tuvieron que hacer frente; muros naturales, alambradas, muros inclinados, equilibrio de suelo, subida de cuerda con paso por encima, volteo de rueda, puss and puss, monkey bars, subida de cuerdo, gallinero, carga + brida, red suelo, balancín, peg board, tubos, alambrada eléctrica, anillas, pirámide y fuego.
La salida y la meta estuvieron en la parte norte del Acueducto de los Milagros, llegaron a la zona de los patos en la isla y, en el Acueducto de San Lázaro estuvieron las pruebas más duras en las denominadas 'zonas de castigo'.
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