Arroyo se vuelca para ayudar a los afectados por la dana

Durante todo el día de hoy lunes, 4 de noviembre, desde primera hora de la mañana, numerosos vecinos de Arroyo de la Luz se han acercado a la Universidad Popular cargados con bolsas llenas de productos para ayudar a las personas que se han visto afectadas por la dana y colaborar con la recogida de ayuda que ha organizado el Ayuntamiento local en coordinación con la Diputación Provincial de Cáceres.

Sobre todo agua, leche y productos no perecederos como conservas, pasta, arroz o galletas, pero también productos de higiene, de limpieza y mantas y ropa de abrigo, además de pañales, potitos, papillas y leche para los más pequeños.

La recogida se ha llevado a cabo durante todo el día y los arroyanos no han dudado en llegar con las manos llenas para ayudar en todo lo posible, logrando llenar por completo el local de recogida en el que se iban seleccionando los productos que llegaban.

«Es una tragedia, esa gente se ha quedado sin nada y entre todos tenemos que ayudarles», señalaba una de las señoras que estaba en el lugar con bolsas llenas de productos. Entre las cosas que llevaba había leche y agua, pero también pañales y papillas. Cada uno ha aportado lo que ha podido, además de la esperanza que podía verse en sus caras al hacer entrega de las bolsas. «En esto hay que estar, cualquiera puede necesitar ayuda», explicaba esta misma vecina.

Ayuda desde Cáritas

Además, según explicó Juan Manuel García, párroco de Arroyo de la Luz, la colecta de las misas de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de la presente semana, así como la del domingo, será destinada a Cáritas para enviarla igualmente a las zonas más afectadas.

La Dana, que suma ya más de 200 fallecidos, casi todos en la comunidad Valenciana, ha dejado a su paso una gran destrucción con localidades enteras sin luz, agua ni productos básicos como comida, medicamentos o pañales y leche para los más pequeños pero la solidaridad de los españoles se hace patente en cada pueblo y en cada ciudad, saliendo grandes camiones repletos de ayuda para, entre todos, intentar apoyarles y ayudarles para que se sientan queridos y arropados en su momento más duro, además de todas las personas que han ido hasta allí, ya sea con maquinaria o con palas y escobas.

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