Sanitarios en un pasillo del Hospital Virgen de la Montaña, donde permanecen ingresados 15 pacientes. HOY

Bajan a 15 los ingresados en el Virgen de la Montaña de Cáceres, que llegó a tener 43

A la residencia han llegado pacientes derivados de residencias de mayores de Cáceres capital y de municipios como Arroyo de la Luz, Garovillas o Valencia de Alcántara

LAURA ALCÁZAR

Arroyo de la Luz

Viernes, 15 de mayo 2020, 09:27

El descenso de la famosa curva de la COVID-19 se ha notado especialmente en el Virgen de la Montaña, el hospital cacereño que cinco meses después de un cierre que se planteó como definitivo, tuvo que reorganizarse de urgencia para atender a pacientes afectados por coronavirus ante la gran demanda asistencial que la pandemia originó los días posteriores al decreto del estado de alarma.

En la jornada de ayer, en el centro había ingresados 15 enfermos, aunque varios de ellos susceptibles de ser dados de alta, según indicaron a este diario el doctor Ángel María Durán y la enfermera Cristina Blasco, del equipo sanitario que ha estado y sigue en primera línea de batalla.

Desde que se reabriera el emblemático hospital provincial el 24 de marzo, los ingresos se han ido sucediendo a diario, y en los momentos más complicados han llegado a estar ocupadas 43 de las 49 camas que se dispusieron.

Hasta aquí llegaron en estos días pacientes derivados de otras unidades del complejo hospitalario pero, mayoritariamente, los médicos están salvando las vidas de personas de una media de edad de 85 años y con patologías previas, provenientes de residencias de mayores, no solo de las de Cáceres capital sino de municipios como Arroyo de la Luz, Garrovillas o Valencia de Alcántara. «Son personas, en general, con una calidad de vida muy restringida, pero aún así, muchos pacientes han podido regresar a sus residencias», resalta el doctor.

Los casos no son leves, todos revisten gravedad porque sufren neumonía bilateral por coronavirus, pero el hecho de que los facultativos conocieran de antemano que quienes llegaban a este hospital eran positivos, ha facilitado la labor de los sanitarios y prácticamente no ha habido contagios entre los trabajadores.

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«La diferencia con otras unidades es que desde el minuto cero sabíamos que veníamos con pacientes positivos y desde el minuto cero hemos puesto las medidas de protección necesarias, por eso la proporción con respecto a otras unidades es ridícula», asevera Durán, quien, precisamente, ha sido uno de los contagiados. El médico permaneció una semana aislado en su domicilio para reengancharse de inmediato a la que ha sido su profesión durante 43 años. Y es que este especialista de dilatada trayectoria llevaba retirado de la medicina un año por jubilación antes de regresar a la Montaña.

La enfermera Cristina Blanco disfrutaba de unos días de descanso acumulados, previos también a su jubilación prevista para el 21 abril, cuando conoció que el SES reabría el Virgen de la Montaña. Después de haber estado 38 años trabajando en él, contactó con la dirección de Enfermería, que no dudó en confiar en su experiencia. La sanitaria coincide con el doctor Durán en que lo más «gratificante» son las altas.

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Tras casi dos meses luchando contra la COVID-19, en el Área de Salud de Cáceres los recursos que se han movido se van recolocando, incluido el personal de otras unidades trasladado a este centro hospitalario y que ahora se reincorpora a sus especialidades. A fecha de 30 de abril, los facultativos habían firmado 56 altas de 132 ingresos. La intención de Sanidad es que esta dotación que cuenta con todos los medios para actuar si hay un repunte, se mantenga abierta unos meses más.

Los sanitarios agradecieron ayer las muestras de generosidad ciudadana. «Lo valoramos mucho. Nos mandan agua, gorros, mantas, batas, comida... y queremos dar las gracias en nombre de todo el personal».

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