«Los casos de cáncer de piel por tomar el sol sin protección van en aumento»

–¿Qué es la cirugía de Mohs?

–Consiste en ir retirando capas finas del tumor que se analizan en el microscopio al mismo tiempo en busca de restos tumorales. Se va realizando en diferentes etapas hasta que no se encuentran células malignas. En ese momento se considera que el tumor está eliminado por completo y se procede a la reconstrucción.

–¿Qué ventajas presenta frente a la cirugía convencional?

–En primer lugar, al analizarse capa a capa, el paciente y el dermatólogo están seguros de haber eliminado los restos tumorales en el momento de la intervención. Y, en segundo lugar, no menos importante, como estamos analizando al momento no es necesario dar unos márgenes de seguridad muy amplios y, por lo tanto, la extirpación de piel sana es menor y consigue un mejor resultado estético.

–¿A cuántos pacientes suele operar con esta técnica?

–Ocupa el 90 por ciento de mi actividad en quirófano. En un mes corriente opero a más de diez pacientes.

–¿Es posible intervenir cualquier tumor con esta cirugía?

–Se reserva para tumores malignos que se localizan en la cara, sobre todo alrededor de los ojos, la nariz, la boca o los pabellones auriculares; así como para aquellos tumores que han sido previamente intervenidos con cirugía convencional y, o bien no han sido extirpados al completo y se deben reintervenir, o han vuelto a aparecer.

–¿Se realiza está técnica avanzada en Extremadura?

–Curiosamente en la región no hay ningún centro que la realice. Yo, personalmente, he atendido muchos pacientes de nuestra tierra tanto en el Hospital Quirónsalud Madrid como en el Hospital La Zarzuela.

–¿Cuál es el cáncer de piel más frecuente?

–El carcinoma basocelular, relacionado con la exposición intermitente al sol y más frecuente en tipos de piel clara. Se calcula que el riesgo de desarrollar un carcinoma basocelular en una persona de piel blanca es de aproximadamente el 30 por ciento. Esta incidencia se incrementa a partir de los 50-55 años y en función de la exposición solar intermitente (intensa y concentrada en 2 o 3 meses cada año, típica de las vacaciones). El cáncer de piel más peligroso, y más conocido, es el melanoma, aunque afortunadamente no es el más frecuente.

–¿En qué lugares del cuerpo suelen detectarse cada uno de estos cánceres?

–Casi en el 90 por ciento de las veces el carcinoma basocelular aparece en cara y cuello. El melanoma surge en cualquier parte de la piel o las mucosas, pero la piel de la espalda en los hombres y las piernas en las mujeres, siguen siendo las zonas más típicas. Otros cánceres de piel como el carcinoma epidermoide, más relacionado con la exposición diaria y crónica al sol (trabajadores del campo, construcción, conductores...) también se localizan en la cara, el cuello, el escote o el dorso de las manos.

–¿Cuál es la operación más compleja que ha hecho?

–La de una paciente joven que presentaba un carcinoma basocelular en la zona nasal, intervenido de manera incompleta por otro cirujano años antes. Cuando vino a valoración presentaba una gran tumoración sobre la cicatriz que ocupaba toda la pared lateral de la nariz y estaba muy próxima al borde de los orificios nasales. Gracias a la cirugía de Mohs conseguimos eliminar por completo el tumor y evitamos perforar toda la nariz.

–¿Suele ser necesaria una segunda intervención para corregir daños estéticos?

–El mismo dermatólogo que opera reconstruye la zona. No solemos necesitar de otras especialidades para obtener un buen resultado estético. El dermatólogo quirúrgico y, en particular, el especializado en cirugía de Mohs está preparado. Y los resultados dependen en gran medida de la herida que tengamos que hacer para la eliminación completa del tumor. Existe una amplia variabilidad entre pacientes y, también, en función de si ha habido cirugías o tratamientos previos.

–Son de sobra conocidos los peligros de exponerse al sol sin protección. ¿Aumenta aún así la incidencia del cáncer de piel?

–Sí, va en aumento. Los hábitos poco saludables de tomar el sol junto con la agresividad de los rayos ultravioleta tienen la culpa. Se puede hacer una vida normal y pasear por la playa, la piscina, darse uno o varios baños en el mar, siempre con ropa adecuada y crema de protección solar de 50+. Los niños son una población de riesgo muy importante, y siempre aconsejo a las familias que utilicen camisetas con protección solar que se venden en diferentes tiendas deportivas. Es necesario evitar tumbarse al sol, solo se consigue aumentar el riesgo de cáncer de piel y envejecimiento precoz.

–¿A qué cambios en la piel debemos prestar atención como alerta de un posible tumor?

–Los dermatólogos solemos aconsejar una valoración en consulta si se aprecian cambios en algún lunar (cambios bruscos o rápidos en la forma, tamaño o color). También hay que estar atentos a la aparición de nuevas manchas, alguna herida que no acaba de cerrar o un granito que no desaparece después de dos o tres semanas. Suelo aconsejar a los pacientes que se exploren ante el espejo al menos una vez al mes, que se ayuden de pareja, hijos o amigos, y que, si notan alguna alteración en la piel que les llame la atención, que consulten a su dermatólogo.