La clase obrera toma la Tercera

La nobleza ha perdido poder en la Tercera extremeña, con una burguesía que resiste a duras penas y una clase obrera dispuesta a protagonizar una revolución. Y así ha sido durante las diez primeras jornadas. Los llamados a dominar con puño de hierro la categoría han mostrado debilidad en su postulación al trono (Villanovense y Cacereño se han dejado por el camino diez y doce puntos, respectivamente), fragilidad que el Coria, que ostentó el liderato en solitario de forma efímera, no ha desaprovechado. Serones y celestes comandan la clasificación compartiendo el cetro (con 20 puntos) con el Aceuchal, que lidera la rebelión de los modestos. Hay nueve equipos en un pañuelo de tres puntos, con el Arroyo cuarto (19), el Trujillo sexto (18) y Azuaga noveno, pero empatado a 17 puntos con Moralo y Extremadura B. Una situación que contrasta con el curso pasado, cuando a estas alturas el Cacereño ya sacaba 17 puntos al ecuador de la tabla.

Aceuchal

El Aceuchal ocupa la tercera plaza y es uno de los equipos que más ha sorprendido. Su entrenador, Francisco Javier Diosdado 'Cisqui', asegura que el nivel de la competición se ha igualado y es más atractivo para el espectador. «Así se disfruta más. Todo el mundo está pendiente de quién ha ganado y de cómo va la liga», señala. Cree que su equipo, y el resto de conjuntos modestos que han empezado fuerte, basa su fortaleza en la irrupción de los talentos en ciernes que han perdido el miedo a la Tercera División. «En mi caso tengo jóvenes promesas que poseen mucho atrevimiento. Esa juventud les hace atreverse con gente que lleva de 8 a 12 años en la categoría y les hablan de tú a tú a cualquiera».

«Así de igualado se disfruta más. Todo el mundo está pendiente de quién ha ganado y de cómo va la liga» Javier Diosdado, 'Cisqui', Entrenador del Aceuchal

«Este buen momento nos debe servir como estímulo y motivación, no como algo que nos relaje» Miguel Ángel Ávila, Entrenador de Arroyo

«Hemos pasado con buena nota ese corte; no es nuestra liga, pero hemos hecho bien los deberes» Máximo Ovejero, Entrenador del Trujillo

«Harán falta muchos más puntos para salvarse y, si no hacen falta, va a costar conseguirlos» Antonio Jesús Cobos, Entrenador del Azuaga

Nadie es intocable, y así lo demostraron los piporros en la primera jornada dando la campanada en el Príncipe Felipe ante el Cacereño (1-2). También lo sufrieron en sus carnes: «Todos los equipos son muy atrevidos. Nos costó la vida vencerle al Valdivia y eso que no había ganado aún. Todos están muy preparados y eso hace más bonita la competición», sentencia Cisqui.

Arroyo

El Arroyo es otra de las revelaciones ocupando la última plaza de playoff. Los blanquiazules no transitaban por los puestos de privilegio desde la temporada 2015/16, en una época más boyante económicamente. Bajo la bandera de la humildad, y con el trabajo diario como receta, el técnico Miguel Ángel Ávila está sacando el máximo provecho a su plantilla: «Este buen momento nos debe servir como estímulo y motivación, no como algo que nos relaje. Si estamos así es gracias al trabajo de todos los jugadores».

El preparador arroyano destaca «el compromiso, la actitud y la predisposición» de un plantel que, a su juicio, «ha tenido que sobreponerse a las adversidades con reubicación de futbolistas que están respondiendo muy bien». Aunque valora la entrega de todo el colectivo, Ávila también tiene palabras de reconocimiento para quien está siendo una de las principales sensaciones, Turra: «Me alegro mucho por él, porque sé que pasó un verano muy difícil. Lo tuve en el Diocesano y sabía lo que nos podía dar». El míster solo se fija metas inmediatas: «Tenemos bastantes puntos para estar a estas alturas de la temporada, pero todavía es muy pronto. Nuestros objetivos deben ser a corto plazo para centrarnos desde ya en los dos próximos partidos ante Aceuchal y Valdivia, que serán rivales muy exigentes».

Trujillo

Igualado a puntos con el Cacereño (con el que firmó un empate a domicilio), en la sexta plaza irrumpe un recién ascendido, el Trujillo. Con un calendario muy exigente en los albores de su retorno a Tercera (además de visitar el Príncipe Felipe se ha medido a Moralo y Coria), es el segundo máximo goleador de la categoría y, excepto ante el Miajadas (0-2), ha marcado en todos los encuentros que ha disputado. «Hemos pasado con buena nota ese corte; no es nuestra liga, pero hemos hecho bien los deberes y hemos competido». El técnico Máximo Ovejero no oculta su satisfacción por la imagen mostrada en citas de gran dificultad, pero son las cuatro victorias seguidas ante Valverdeño, Plasencia, Montijo y Fuente de Cantos las que destaca como más relevantes. «Valoramos mucho la posición en la tabla por lo que hemos tenido que sufrir para ello». Disfrutar del momento, pero sin perder la perspectiva, es la consigna que transmite a sus jugadores. «Es bonito estar donde estamos, pero la liga no acaba en diciembre y el objetivo es la salvación».

Unión, compañerismo, compromiso y actitud vertebran el proyecto, y deportivamente «tenemos velocidad, presencia arriba y tratamos de estar juntos». Respecto a la inusual situación de la categoría, considera «que el nivel de los futbolistas y entrenadores ha aumentado y la liga es cada vez más competida; esa igualdad es buena para el fútbol».

Azuaga

Casi en el ecuador de la tabla, pero con el liderato a tiro de piedra de un partido, se cuela el Azuaga que, si bien fue víctima de la furibunda reacción del Cacereño con un 6-0, se resarcieron una jornada después haciendo hincar la rodilla al Moralo (1-0). «Nos quitamos la espina», comenta el técnico Antonio Jesús Cobos.

El conjunto de la Campiña Sur posee un bloque prácticamente nuevo y ni el hecho de tener una plantilla corta ni las frecuentes bajas han mermado un rendimiento intachable hasta la fecha. ¿La clave? «El trabajo», recalca Cobos, sin olvidar la madurez mental que ha adquirido el grupo para «saber sufrir» en los partidos. Orgulloso de su vestuario, lo define como «el yunque sobre el que se forja todo».

Para el preparador andaluz todo pasa por mantener la fortaleza en su feudo (han perdido un partido y han ganado el resto). Pone el foco en la afición como catalizador, porque «siendo solventes en casa se compite fuera mejor». En la campaña 2016/17 el Azuaga se coló en el playoff. Cobos no pone techo a la ambición, «pero es demasiado pronto para pensar en algo así. En Navidades veremos la tabla y analizaremos hasta dónde podemos llegar». La prioridad es la permanencia, que cree que estará más cara que otros años: «Harán falta muchos más puntos para salvarse y, si no hacen falta, va a costar conseguirlos».