Adolfo Gómez. Cedida

La hora del deporte

Carta de Adolfo Gómez Díaz, Presidente CV Ntra. Sra. de la Luz, Extremadura Arroyo Voleibol ·

redacción

Arroyo de la Luz

Miércoles, 26 de agosto 2020, 12:14

Ante la situación pandémica actual y los desajustes sanitarios autonómicos, que complican la realización normalizada de competiciones deportivas de equipos a nivel nacional, el deporte debe adelantarse y servir de ejemplo y ensayo a nuestra sociedad, tal y como lo hacen los constructores e ingenieros de Fórmula 1 en los coches de competición, con sus ideas estructurales y tecnológicas, que son probadas en competición para luego ser llevadas a los vehículos de serie ganando en prestaciones y seguridad de los usuarios conductores.

Esta idea, ese ejemplo, debe ser la que debe primar en el momento actual del deporte nacional de equipo, la de servir de ejemplo a la ciudadanía llevando a afecto competiciones ajustadas a los protocolos higiénico-sanitarios vigentes basados en el cumplimiento de los valores que el propio deporte nos enseña y de los que la competición promueve.

Por ello es necesario que desde ya las comunidades autónomas y el Consejo Superior de Deportes lleguen a un gran acuerdo nacional sobre cómo deben disputarse esas competiciones de ámbito estatal de los deportes de equipo y, lo más importante, cuándo deben comenzar para seguridad de los deportistas (jugadores, técnicos, auxiliares y árbitros) y tranquilidad de las directivas, que se encuentran jugando en terreno de nadie durante todo este verano, arriesgando tiempo y dinero, sin certezas de optimizar ni lo uno ni lo otro por la tardanza de acuerdos estatales.

Y es que el problema es grande, primero por el número de normativas propias de cada comunidad y segundo, y más importante, porque requiere una importante inversión económica si se quiere dar seguridad a los actores de la competición. Determinar quién debe sufragar el gasto y cuál es el protocolo sanitario que garantice con suficiencia la seguridad de las competiciones son premisas que dificultan un acuerdo necesario para que las federaciones y clubes comiencen su desarrollo competitivo.

Es verdad que las federaciones nacionales intentan no errar jurídicamente y algunas han organizado las competiciones, en cuanto estructura y calendario, de manera lo más tradicional posible aunque facilitando los plazos para el pago de cuotas y avales, mientras que otras se han acogido a un modelo de subgrupos para facilitar el desarrollo en el tiempo y minimizar la inversión económica de los clubes participantes.

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En nuestro caso, voleibol de Superliga 2 femenina, la RFEVB es de las que realizará una competición tradicional, pero ampliando grupos (serán 3 en vez de los dos tradicionales) y alargando los plazos de pagos de cuotas y avales. Pero no nos hizo caso cuando en el mes de mayo pasado, en el período de propuestas previas a la Asamblea General, hicimos llegar a la dirección técnica de la RFEVB dos proyectos para el desarrollo de la temporada 2020 – 2021 teniendo en cuenta las variables sanitarias que se barajaban en aquellas fechas y las previsiones de futuro, con un repunte previsto para septiembre – octubre, que a la vista de la situación actual se ha adelantado. Así hacíamos una propuesta de competición de noviembre a abril y otra propuesta, más prudente y segura, para desarrollar la misma entre enero y junio de 2021. Como decimos, no recibimos ni las gracias por el envío de las propuestas, que a la vista del momento actual nos dan la razón en su construcción.

Por eso ahora el momento es otro, y tras un verano de normativas y calendarios ajenos a escenarios futuros, estamos sometidos a una intranquilidad total en cuanto al inicio de las competiciones y la seguridad de los deportistas en las mismas, tras haber realizado en este período contrataciones y desplazamientos de jugadoras, establecido compromisos, etc… acordes a las fechas que se nos dieron.

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Es tiempo de acuerdos, es tiempo de DEPORTE, es tiempo de mostrar que somos un bastión de movimiento en esta sociedad.

Debemos, exigimos, encontrar una solución avalada por el gobierno estatal, por el CSD y por las Comunidades autónomas para que las federaciones nacionales puedan poner en marcha sus maquinarias siguiendo esos protocolos únicos para todo el Deporte español. Queremos mostrar que competir bajo la responsabilidad del cumplimiento normativo sanitario es la fórmula para vivir «con normalidad» en sociedad.

Caminar delante significa enfrentarse a lo desconocido. Mejor si lo hacemos con un buen equipo y en la misma dirección.

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