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Duelo aéreo por el esférico en el San Miguel de Azuqueca.
Savu deja con vida al Arroyo

Savu deja con vida al Arroyo

El meta arlequinado evita un resultado que, siendo negativo, pudo ser peor si no es por sus intervenciones

ANA M. GARCÍA (OPTA)

Lunes, 23 de mayo 2016, 17:26

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Ambiente excepcional en los preliminares del playoff. Comparecían el Azuqueca y el Arroyo, las rayas y los cuadros de dos equipos con el mismo sueño. Dos equipos de estampa pareja, altos, fuertes, rápidos y bien plantados. Eso sí, los extremeños con más oficio y veteranía, templaron los nervios para empezar mejor que su rival. De hecho, suyas fueron las cuatro primeras ocasiones, mientras los rojinegros sesteaban sin encontrarse. La primera de Ernesto, en el minuto 8, al aprovechar un balón suelto en la frontal para ajustarla al palo izquierdo de Javi Alonso. En el 12 y en el 13, la jugada fue calcada: Ernesto cayó a la banda izquierda y puso un balón raso al corazón del área. En el 12 remató Pino y en el 13 Armero. Ambas fueron córners. Cinco minutos después era Pablo el que disfrutaba de una falta en el pico del área que parecía dentro, pero en realidad su chut tocó el lateral de la red local.

El Azuqueca necesitaba parar el ritmo rival y Chilo se tiró en el césped con la excusa de un tirón. El resultado fue clave. Los de Joselu Sánchez tomaban el pulso del partido y enseguida conseguían una falta en la frontal que desperdició Chilo. Ya en el 28, el propio Chilo protagonizó la mejor acción hasta el momento. Filtraba Roberto Izquierdo, y Chilo amagaba a su par y sacaba un disparo ajustado al palo que salvó Savu con una grandísima intervención abajo. El córner estaba servido y Chilo se dirigía al lanzamiento. La jugada estaba clara, primer palo para que Esaú la peinara y Pancorbo remachara al segundo. Pero no hizo falta que la torre rojinegra la diese, Dani Herrera hacía lo propio y convertía el primero para los azudenses.

El Arroyo respondía con un cabezazo de Armero que se marchó alto en el 35. Sin embargo, no era el momento de los de Adolfo Muñoz. El Azuqueca dominaba y se gustaba. Y cerca estuvo del segundo en el 40. Gonzalo abrió para la subida de Pablo Rojo, que ayer actuaba como carrilero. El pase de la muerte llevaba el nombre de Esaú, pero lo que nadie se imaginaba era que el gigantón rumano fuera capaz de tumbarse y repeler el remate del pichichi del Grupo XVIII. Pero el problema para el portero visitante no había acabado, Roberto Izquierdo ganaba el rechace y el balón se colaba en la portería hasta que, sobre la línea, un central, con el antebrazo pegado, evitó el segundo rojinegro.

El segundo tiempo comenzó como acabó el primero, con el Azuqueca mejor y con el Arroyo imposibilitado. Los locales les seguían ganando la tostada y disfrutaron de dos nuevas ocasiones. La primera en botas de Roberto Izquierdo tras una prolongación de Esaú y la segunda con el mismo protagonista, aunque en esta ocasión le sirvió Pancorbo. Y en ambas, uno el eje de la zaga evitó lo que sería una losa para los de Muñoz. De ahí que el técnico visitante moviera sus fichas y diera entrada a Pina por Ernesto. Sin embargo, salvo Carro, no reaccionaban. Suya fue la jugada de la mejor ocasión que los extremeños disfrutaron en los primeros 20 minutos que finalizó Santi Polo con un lanzamiento centrado.

Luego llegarían las jugarretas del Arroyo. Y por jugarretas nos referimos a no entregar la pelota de forma deportiva cuando Esaú estaba roto en el campo. Era el 68 y el delantero volvía a entrar con caras de dolor. Iba a durar cinco minutos, lo que tardó en romperse definitivamente tras una patada de Dani Herrera. El ariete en el centro del campo se retorcía de dolor con Dani Herrera socorriéndole, mientras los de Muñoz seguían con la jugada disponiendo de un mano a mano en botas de Aday. Por suerte para los locales, Javi Alonso repelió el remate del extremeño. Las malas formas visitantes continuarían con alguna patada de más y algún codazo a destiempo que el árbitro nunca consideró punible ante el enfado de la grada local. De hecho, Miguelón se retiró con una brecha en la ceja para ser atendido y Rojas mareado después de que Carro cayera sobre su cabeza en un partido que se enturbió en su recta final.

Y a pesar de todos los males, era el Azuqueca el que atacaba con Guille de improvisado delantero buscando una contra que matara definitivamente las argucias de sus rivales. Y la tuvo Miguelón y Guille en un balón parado, pero Savu se hizo inmenso bajo los palos extremeños. Y cuando no era Savu, gran héroe de que el Arroyo se llevase el 1-0 a casa, el palo impidió que Miguelón hiciera el segundo en el minuto 91. Savu salvó los muebles de un Arroyo que mereció lo que obtuvo en el San Miguel.

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