Polonia Mateos Pérez. Fotografía que acompaña el estudio. Cedida

Francisco Javier García, cronista arroyano, firma un nuevo artículo sobre el caso de Polonia María Mateos

Este nuevo trabajo ha visto la luz en la revista semestral editada por la Universidad de Granada, realizado en conjunto con la profesora y doctora de la Universidad de Alcalá Dolores Ruiz Berdún

Ana Isabel Padilla Macías

Arroyo de la Luz

Jueves, 4 de enero 2024, 11:36

La revista Arenal, una publicación semestral editada por la Universidad de Granada, acaba de sacar a la luz su último número. En el mismo, los lectores pueden encontrar un nuevo artículo que firma el doctor en Historia y cronista de Arroyo de la Luz Francisco Javier García Carrero. En este caso su trabajo está realizado en conjunto con la profesora y doctora de la Universidad de Alcalá Dolores Ruiz Berdún, una especialista en la historia de las matronas españolas.

El título de su trabajo ha sido 'Una vida destrozada por la Guerra Civil española. El caso de Polonia Mateos Pérez'. Se trata de un exhaustivo estudio de la vida de la única mujer arroyana que fue fusilada por las tropas sublevadas en plena guerra. Y es que hoy, 4 de enero de 2024, se cumplen exactamente 86 años de aquel luctuoso episodio que dejó destrozada a una familia arroyana que hasta entonces había gozado de gran prestigio en la población, porque, no en vano, Polonia había estado trayendo al mundo a cientos de bebés desde el año 1926, momento en que comenzó a ejercer su profesión en la localidad.

Efectivamente, a las 7.00 horasde la mañana del 4 de enero de 1938 fue ejecutada, junto con otros 8 cacereños, la comadrona arroyana Polonia Mateos (dos más de ese conjunto también eran mujeres y otro hombre también era de procedencia arroyana). Era entonces la única mujer universitaria residente en Arroyo de la Luz. Polonia había obtenido en 1920 su título universitario en Madrid por la facultad de medicina de la Universidad Central.

Aquel fatídico 4 de enero Polonia fue puesta en 'capilla' a las 4 de la madrugada y negándose por dos veces a recibir los 'auxilios de la religión'. Después de la descarga de fusilería que realizó el piquete de ejecución que conformaban 30 personas, 10 guardias civiles, 10 guardias de asalto y otros tantos falangistas, Polonia quedó cadáver junto al resto de los ocho que le acompañaron en aquella jornada de frío invierno. Poco después fue trasladada hasta el cementerio de Cáceres y fue enterrada en una fosa del llamado 'limbo'.

No es la primera vez que el cronista arroyano ha compartido información sobre esta ejecución, pero este trabajo incluye aspectos que hasta ahora no habían visto nunca la luz, como es el caso, por ejemplo, de la fotografía que acompaña al estudio y que fue hallada por el historiador arroyano después de una búsqueda incesante de su familia directa que ya no reside en la localidad.

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De la misma forma, se explica en el artículo la situación completamente rota en la que quedó aquella familia con un padre huido y perseguido por los sublevados desde hacía ya varios años, y los cinco hijos, todos muy pequeños, 2 niños y 3 niñas, que tuvieron que ser acogidos por la hermana de la fallecida, Avelina que a su vez tenía a su cargo otros cinco más, además de otro que tenía adoptado. Todos ellos se fueron a vivir a las proximidades de Cordobilla de Lácara, en la finca Los Gavilanes. En definitiva, una familia destrozada por la sinrazón.

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