Nuria y José disfrutando de una copa de uno de sus vinos. Cedida

«Teníamos claro que queríamos que nuestros vinos fueran un reflejo fiel de nuestra tierra, tanto en los nombres como en la estética de las botellas»

Hablamos con Nuria Chaves y José Antonio Vaquero, dos jóvenes extremeños que han puesto en el mercado regional sus vinos; Bodegas Vachán

Ana Isabel Padilla Macías

Arroyo de la Luz

Jueves, 10 de octubre 2024, 13:16

Bodegas Vachán es un nuevo proyecto vinícola en Casar de Cáceres y Arroyo de la Luz. Se trata de una nueva firma de vinos fundada por la joven pareja formada por Nuria Chaves Benito y José Antonio Vaquero Borrella. Ella, de Arroyo de la Luz y él de Casar de Cáceres. En los nombres de los vinos se reflejan ambas localidades y la tierra que les une; 'El Bujo', 'La Calera' y 'Malana', para cada una de las variedades; tinto, blanco seco y blanco semidulce.

¿Qué es Bodegas Vachán? ¿De dónde surge el nombre?

Bodegas Vachán es el resultado de una ilusión que ha estado en nuestros corazones durante muchos años. Es la materialización de un sueño que teníamos desde hace tiempo: crear un proyecto vitivinícola que reflejara nuestras raíces, nuestra tierra y todo lo que nos apasiona de ella. Desde un inicio, queríamos algo que fuese más allá de simplemente hacer vino. Queríamos rendir homenaje a los pueblos que nos vieron crecer ya la tierra que nos ha dado tanto.

El nombre de 'Vachán' tiene un valor muy especial para nosotros. Surge de la unión de nuestros apellidos, una forma de llevar siempre con nosotros nuestra identidad y la historia de nuestras familias. Desde que concebimos la idea de este proyecto, el nombre estuvo claro, porque representa nuestra unión y compromiso con nuestra tierra y con lo que hacemos.

¿De dónde surgió la idea para poner en marcha este proyecto?

La idea de crear nuestra propia bodega y elaborar nuestros propios vinos no surgió de un día para otro, sino que ha sido algo que hemos estado gestando durante años. Ambos hemos trabajado en el mundo del vino durante bastante tiempo. Por mi parte (Nuria) he trabajado en bodegas dentro y fuera de España. Durante una temporada trabajé de enóloga en Chile, una experiencia que me aportó un gran aprendizaje y perspectiva. Y en lo que a mí respecta (José), he estado vinculado a bodegas dentro del territorio nacional.

Durante todos esos años, siempre soñábamos con la idea de algún día regresar a nuestra tierra natal y producir nuestro propio vino. Hablábamos a menudo de cómo sería nuestro proyecto, cómo nos gustaría que fuera un reflejo de nuestros pueblos y nuestra cultura, y cómo queríamos transmitir esa pasión por el vino que compartimos. Finalmente, llegó el momento oportuno. Regresamos a casa y sentimos que era el momento adecuado para dar el paso. Así fue como decidimos hacer realidad esa conversación que durante tanto tiempo habíamos tenido, y lanzarnos a la aventura de crear Bodegas Vachán.

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¿Dónde nace el vino de Bodegas Vachán?

Aunque no contamos todavía con una bodega propia, algo que implica una inversión importante, hemos encontrado una solución que nos permite mantener la calidad y esencia de nuestros vinos. Actualmente, alquilamos las instalaciones de una bodega privada en Extremadura, que nos ofrece el espacio necesario para elaborar nuestros vinos. Aunque el lugar físico no nos pertenece, el proceso de creación de nuestros vinos lo controlamos nosotros desde el principio hasta el final. Desde la selección de las uvas hasta cada detalle del proceso de elaboración, somos nosotros quienes nos aseguramos de que todo se haga con el máximo cuidado y pasión.

Es importante mencionar que, aunque de momento no tengamos bodega propia, no renunciamos a la idea de tenerla en un futuro. Sabemos que es un proyecto a largo plazo, pero estamos convencidos de que, con el tiempo, lograremos consolidarlo y contar con un espacio que refleje plenamente nuestra identidad.

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¿Cómo han dado a conocer los vinos?

Desde el inicio, sabíamos que queríamos que este proyecto creciera de manera paulatina, sin grandes pretensiones, pero con una estrategia muy clara: dar a conocer nuestros vinos de la forma más cercana posible. Lo primero que hicimos fue llevar nuestros vinos a los bares locales, para que los vecinos pudieran probarlos y conocer el producto de primera mano. Nos parecía fundamental que el primer contacto de nuestros vinos fuera con la gente de nuestra tierra.

Afortunadamente, la respuesta fue muy positiva, y muchos bares decidieron apostar por nosotros. A partir de ahí, las cosas han ido avanzando de manera natural. Poco a poco, la gente fue hablando de nuestros vinos y recomendándolos, lo que nos ha permitido crecer. En cuanto a los planes de futuro, estamos trabajando en el lanzamiento de una página web para facilitar la venta online y llegar a más consumidores, no solo a nivel local, sino también nacional.

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¿Han tenido buena acogida?

La acogida ha superado nuestras expectativas. Al principio, como cualquier proyecto nuevo, teníamos cierta incertidumbre sobre cómo respondería la gente. Teníamos miedo de que el producto no gustara o no generara el impacto que deseábamos. Sin embargo, desde el primer momento, la gente se ha volcado con nosotros de una manera increíble.

Hemos recibido un apoyo muy grande, lo que nos ha emocionado profundamente. Ver cómo la gente se identifica con el proyecto y cómo nuestros vinos están siendo bien recibidos nos llena de satisfacción y nos motiva a seguir trabajando con la misma dedicación. Nos sentimos muy afortunados y agradecidos por la respuesta y la implicación de todos.

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¿De dónde surge cada nombre de los vinos y las imágenes de las botellas? ¿Por qué elegir esos y no otros?

Desde el inicio, teníamos claro que queríamos que nuestros vinos fueran un reflejo fiel de nuestra tierra, tanto en los nombres como en la estética de las botellas. Cada uno de nuestros vinos lleva el nombre de elementos geográficos que son importantes para nosotros y para nuestra región.

Por ejemplo, nuestro vino tinto se llama «La Calera», en honor a un camino histórico que une los términos municipales de Casar de Cáceres y Arroyo de la Luz. Discurre por la finca de La Calera y llegamos al paraje de los embalses Petit y Molano. Es un nombre que resuena con la gente de la zona y que tiene un profundo significado.

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Nuestro vino blanco, «El Bujo», toma su nombre de un arroyo que también discurre paralelo a la carretera entre ambos términos municipales, y que llega hasta el embalse de Molano, en la época de primavera siempre va lleno de agua. Finalmente, el vino «Malana» lleva el nombre de un arroyo estacionario de la zona, pero además, «Malana» es un nombre hawaiano que significa «Luz». Este doble sentido conecta con el nombre de Arroyo de la Luz, lo que le añade una dimensión especial.

El diseño de las etiquetas y todo el trabajo de imagen ha sido una parte esencial de nuestro proyecto, y para ello confiamos plenamente en Laura Peco, una gran amiga y también de Arroyo de la Luz. Laura se ha involucrado en este proyecto como si fuera suyo, aportando no solo su talento creativo, sino también su constante apoyo y orientación. Ella diseñó nuestras etiquetas pintándolas en acuarela y utilizando vino para ello, lo que aporta una autenticidad especial a nuestras botellas.

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Además, su implicación no se ha limitado solo a las etiquetas. Laura ha estado a nuestro lado desde el principio, ayudándonos también con nuestras publicaciones en redes sociales, diseñando trípticos y otros materiales promocionales. Su sensibilidad artística y su comprensión de lo que representa Bodegas Vachán ha sido clave para transmitir la esencia de nuestro proyecto de manera visual. Le estamos profundamente agradecidos por todo lo que ha hecho, ya que su dedicación ha sido una parte fundamental de nuestra identidad como bodega.

¿Dónde se puede probar el vino de Bodegas Vachán?

Actualmente, nuestros vinos están disponibles en varios bares y establecimientos de Arroyo de la Luz, como Café-bar Mady, Nika, TaperíaCanalla, Garum, Entre2, L'Atrio, ElTelar, Bar El Paso, Camelot, entre otros. Nos enorgullece que nuestros vinos se puedan probar en tantos lugares locales, ya que nuestro primer objetivo era que la gente de nuestros pueblos pudiera disfrutar de ellos.

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Además, también se pueden adquirir en algunas multitiendas del pueblo, como La Encina, Azúcar y Sal, y en la gasolinera. Fuera de Arroyo, nuestros vinos están presentes en otros restaurantes de Casar de Cáceres como Casa Claudio o El Secreto, La Ronda y además se puede adquirir en la multitienda La Despensa del Queso, o poniéndose en contacto con nosotros a través de nuestras redes sociales y correo electrónico para hacer pedidos o envíos, lo que nos permite llegar a más personas y seguir expandiendo el proyecto.

¿Cómo describirían cada uno de sus vinos?

Cada vino tiene su personalidad única. «La Calera» es un tinto con mucho carácter, muy bien cuidado en su elaboración, con taninos suaves que le confieren un paso en boca elegante y muy agradable. Es un vino ideal para quienes buscan algo con personalidad.

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«El Bujo» es un vino blanco seco, con cuerpo, muy sedoso en boca. Tiene una estructura que lo hace especial, hecho con uva de variedad autóctona de Extremadura.

Por último, «Malana» es nuestro vino semidulce, elaborado de manera natural, con una parada fermentativa que permite conservar los azúcares sin necesidad de añadir nada extra. Esto le da ese toque refrescante que lo hace tan fácil de beber, ideal para quienes prefieren un vino suave y ligero.

¿Qué puede esperar el consumidor de los vinos de Bodegas Vachán?

Queríamos crear vinos de calidad que fueran accesibles para todos. Nuestra idea siempre fue que los vecinos de nuestros pueblos se sintieran orgullosos de un producto que representa su tierra y su cultura, y que al mismo tiempo pudieran disfrutar de un buen vino sin que fuera inaccesible. Por eso, ofrecemos vinos de calidad a precios razonables, paraque estuviera al alcance de todos.

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