Inaugurado un nuevo quemador de velas en el Santuario de Ntra. Sra. de la Luz

El pasado sábado, día 20 de enero, la Cofradía de Nuestra Señora Virgen de la Luz, de Arroyo de la Luz, inauguró un nuevo quemador de velas en el Santuario de la Virgen de la Luz, el cual se encuentra en uno de los laterales del templo.

Al acto de la inauguración se contó con la asistencia del obispo de la archidiócesis Coria-Cáceres Don Jesús Pulido Arriero, quien bendijo el quemador junto al párroco de la localidad Juan Manuel García Acedo. Además estuvieron presentes la directiva de la cofradía y el alcalde de la localidad, Carlos Caro, acompañado de las concejalas Mercedes Pérez y Leticia Carrero.

El acto comenzó con la intervención de Antonio Gallardo, Mayordomo de la Virgen de la Luz, quien después de saludar a las autoridades y a los asistentes, explicó que el quemador de velas había sido ejecutado por el arroyano Juan Luis Parrilla, un proyecto llevado a cabo para honrar a la virgen «con esas velas en las que irán agradecimientos, peticiones, deseos y problemas».

Tras él intervino el Señor Obispo quien agradeció la invitación al acto explicando que era su tercera visita a Arroyo de la Luz, también con motivo de la Virgen. La primera fue para la inauguración del Viacrucis/Vialucis y la segunda para asistir a la Bajada de la Virgen.

El Señor Obispo señaló que la construcción del quemador le parecía una gran idea. Explicó que las iglesias se construyeron cuando no había luz eléctrica y que la luz de la vela posee unas características que no tiene la luz eléctrica.

«La luz de las velas ilumina pero no ilumina como la eléctrica, sino que a la vez que da luz, da sombras, y es algo que comparte con la fe, porque la fe es ver a tientas, ver entre sombras. Todavía no vemos con la claridad que veremos cuando lleguemos al cielo. En esta vida, nuestra fe es como la de una vela, a veces titilante, a veces fuerte, a veces más débil».

El Obispo prosiguió explicando que las velas no solo dan luz, sino que dan también calor. «A veces tenemos esas velas eléctricas que se parecen a la llama de una vela pero no dan calor y el calor de la vela es el amor, es decir, que la fe no puede ir separada del amor y esto lo representa muy bien la luz de la vela, y hay otra característica que a mí me llama mucho la atención y es que la vela se va consumiendo. Estas velas que tenemos ahora sobre los altares están siempre iguales pero las velas que están hechas de cera se van consumiendo y son un símbolo también de nuestra vida, que se va desgastando, se va quemando. Pues que este quemador en el que pondremos nuestras velas en devoción a nuestra madre la virgen María sea también símbolo de nuestra fe. Una fe a veces dubitativa, a veces tintineante, una fe que para que crezca tiene que ir alimentada del amor, de otra forma queda vacía y se oscurece, de una fe que nos hace entregarnos a los demás y desgastarnos con los demás».

Finalizada la primera parte, el Señor Obispo, junto al párroco, la directiva de la Cofradía y resto de autoridades se dirigieron hacia el exterior del templo, seguidos por los fieles que estaban presentes, para inaugurar el quemador de velas.

Una vez bendecido, descubrieron una placa frente al quemador en la que se señala que el quemador fue inaugurado el 20 de enero por el Ilmo. Rvdo. Sr. Obispo de la Diócesis de Coria-Cáceres D. Jesús Pulido Arriero, siendo director espiritual el párroco D. Juan Manuel García Acedo. Estando de Mayordomo D Antonio Gallardo Rodríguez. El trabajo fue realizado por Juan Luis Parrilla Moreno.

Acto seguido se quemaron las primeras velas, las cuales fueron vendidas por la cofradía al inicio del acto. La primera vela que se puso fue la del Señor Obispo, seguida por la del párroco, el mayordomo y el alcalde. Tras ellos fueron pasando el resto de autoridades, finalizando con los fieles presentes.

• Temas
• Arroyo de la Luz