El jurado empieza a deliberar si hubo o no legítima defensa en la muerte de Sofía Tato

A las seis y media de la tarde de ayer, en la Audiencia de Cáceres, terminó la vista oral sobre la muerte de Sofía Tato. Durante tres días los siete hombres y dos mujeres que forman el jurado han escuchado testimonios y han visto pruebas sobre lo que ocurrió el 24 de agosto de 2017 en la vivienda de Arroyo de la Luz en la que el matrimonio formado por Sofía Tato y Santiago Cámara convivía con sus dos hijas de 9 y 11 años. En su habitación de matrimonio ella murió de una sola cuchillada en el pecho y él sufrió 16 heridas de cuchillo, por las que tuvo que ser hospitalizado; luego estuvo 93 días en prisión.

Los miembros del jurado han comenzado a deliberar sobre si, como dice el acusado, actuó en defensa propia al intentar evitar que su mujer le matara mientras dormía, para no tener que dar explicación de 100.000 euros de la familia que se había gastado. En ese caso sería absuelto. En cambio, la acusación particular le considera autor de un homicidio y cree que debe ser condenado a 12 años y medio de prisión. Para la fiscal es autor de un homicidio con importantes atenuantes, por lo que pide para él tres años de cárcel.

Las acusaciones particulares son, por un lado, la formada por los padres de Sofía Tato, y por otro la abogada María Antonia Muñoz, que representa a las hijas del matrimonio, designada por el turno de oficio del Colegio de Abogados. Según María Antonia Muñoz, el acusado miente al decir que fue atacado cuando estaba dormido, porque asegura que hubo discusión previa, y afirma que alguna de sus heridas se las hizo él.