

En Extremadura y buena parte de España estamos acostumbrados a que cuando se presenta públicamente un gran proyecto generador de riqueza y empleo, desde su presentación hasta su puesta en funcionamiento pasen dos, tres o hasta 10 años, y se dediquen a la burocracia o a la preparación del mismo durante un largo periodo de tiempo. Sin embargo, el proyecto de 'Los lavaderos de Petit' fue presentado públicamente e inmediatamente los promotores del mismo comenzaron la inversión necesaria en la finca para comenzar a producir, de tal manera que en los primeros 6 meses desde su presentación ya habían sembrado 30 hectáreas al aire libre de sandias y melones y 6 hectáreas de invernadero de pimientos. Para conocer como han sido estos 6 meses queremos entrevistar a uno de los propietarios promotores el proyecto, uno de los 4 hermanos de la familia Enciso, Juan Enciso.
¿Cuál es el balance que hace de estos 6 meses de trabajo en la finca?
El balance es positivo porque de los que se trataba era de ver, de probar, de experimentar cómo funcionaba la tierra que llevaba muchos años sin ser usada, pero al mismo tiempo el uso del agua, la climatología, y como comenzábamos a trabajar con personal del pueblo que no estaba acostumbrado o no sabía trabajar en un sector como el agrícola en invernadero. Podemos decir que no ha sido nada fácil, pero hemos descubierto que la tierra es buena, si se hacen las cosas bien, y que podemos ir comenzando a contar con algunas personas a las que estamos preparando del pueblo para ir creando grupos de trabajo de gente que quiera y esté preparada para trabajar durante muchos años en el proyecto.
¿Ya se ha realizado una importante inversión?
Sin lugar a dudas, estamos convencidos del éxito del proyecto a medio y largo plazo, pero para ello hay que comenzar a invertir desde el principio. Desde que compramos la finca en diciembre del 2018, hemos invertido ya en el proyecto más de 3 millones de euros, que son la base de lo que queremos seguir invirtiendo cada año hasta completar el proyecto. En los próximos años, es un proyecto a medio y largo plazo, no queremos precipitarnos, pero tampoco parar de probar y producir año tras año, de formar , preparar y contratar a personal de la región, y de probar con producciones variadas a lo largo de todo el año. Al final de proyecto la inversión solo en agricultura podría rondar los 10 millones de euros.
¿Cómo ha afectado ya eso a Arroyo de la Luz?
Pues de forma totalmente directa; hemos estado permanentemente contratando con empresas locales de Arroyo de la Luz, constructoras, empresas de ferretería y herraje, la gasolinera, de restauración, hemos dejado en todo este tiempo una buena parte de nuestra inversión creando riqueza y de manera indirecta empleo en Arroyo, cada vez que hemos contratado productos y servicios con empresas locales. Luego también hemos invertido en otras empresas de la región, cuando no existían en Arroyo, por ejemplo hemos comprado dos tractores en Malpartida de Cáceres.
¿También se ha contratado el primer personal laboral del proyecto?
Esto hay que explicarlo bien para que se entienda correctamente; cada hectárea de invernadero requiere una mano de obra de unas dos personas aproximadamente, dependiendo del tipo de cultivo, por lo tanto, como hemos trabajado en estos primeros 6 meses en 6 hectáreas de invernadero la necesidad es de 12 personas trabajando. Como hemos hecho también 30 hectáreas al aire libre sandias y melones pues hemos ido necesitando algunas personas más. Nuestra idea desde el principio es contar con personal de Arroyo al que vayamos enseñando y preparando, y para ello en estos primeros momentos deben estar con algunas personas de fuera que les enseñen este oficio, esta profesión, con la finalidad de ir creando grupos de trabajo que puedan realizar la mayor parte del trabajo. Aunque hay trabajos especializados que deberán hacerlo quienes sepan, por ejemplo no hay en toda Extremadura una empresa que sepa montar invernaderos para estas grandes producciones, pues tendremos que contratarla fuera como hicimos. El reto, enseñar a gente de aquí a montar invernaderos, por ejemplo.
¿La idea es ir aumentando progresivamente la plantilla?
Está claro que sí, pero el trabajo en el campo es diferente a otros oficios. Aquí se trabaja por campañas, y se contrata a un número de personas para una campaña, y se la despide cuando la campaña termina, para volver a contratarlos en la siguiente y así sucesivamente. Aquí se contrata en función de las necesidades de cada momento, y se despide bien porque la campaña ha terminado, o porque la persona no ha trabajado correctamente durante el tiempo contratado, y que ha estado de prueba. Como cualquier otra empresa, no vamos a contratar a las personas que no trabajen como lo hace el resto de compañeros. Afortunadamente la gente que ha trabajado en el proyecto, nos hemos encontrado con buenos trabajadores arroyanos y de la comarca, aunque también hemos tenido que despedir a otros por no trabajar adecuadamente como el resto de sus compañeros. En estos 6 meses hemos llamado a gente que no ha querido trabajar en la finca, otros que dijeron sí cuando los llamamos y llevan casi desde el principio en el proyecto, otros que se han ido voluntariamente, y otros a los que hemos tenido que despedir por no pasar el periodo de prueba.
¿Cuántos trabajadores tienen ahora mismo contratados?
El número de trabajadores varía mucho en función de las necesidades, aunque la teoría nos dice que necesitamos 2 trabajadores por hectárea, lo cual supondría tener que necesitar solo 12 este año, pero debido a que son los primeros trabajos este año del personal contratado, pues la producción va muy retrasada, por lo que hemos tenido que reforzar la plantilla, de tal manera que en estos días tenemos contratados a 23 personas, de las cuales la mayor parte son de Arroyo, algunos de pueblos de la comarca como Malpartida o Navas, y hay 4 de fuera. Tener un mínimo de trabajadores de fuera es fundamental para el proyecto porque son los que tienen que enseñar al resto de trabajadores locales las técnicas del trabajo para que vayan aprendiendo. Pero ya digo lo de despedir y volver a contratar a trabajadores es lo normal en el sector del campo dependiendo de las campañas y necesidades de la producción agrícola.
¿Cómo han ido las primeras producciones?
La producción de sandias y melones no ha sido óptima debido, entre otras cosas, a la inexperiencia de los trabajadores, a la puesta en funcionamiento del nuevo sistema de riego que no ha funcionado tan bien como esperábamos y a los bajos precios de estos productos en este año cuando se han puesto en el mercado, pero no nos importa porque lo que se pretendía también era probar si la tierra era capaz de producir buenos productos y eso sí se ha conseguido, ha producido muy buenas sandias y melones. En cuanto a la producción en invernadero creemos que puede ser buena, aunque vamos muy retrasados, de ahí la necesidad de mayor número de personal, y de recurrir también a personal especializado en algún momento, nos parece que se podrá obtener una rentabilidad adecuada si sigue todo bien a partir de ahora. Pero ya digo nos estamos tomando este primer año, estos primeros 6 meses como de prueba de las posibilidades de la finca para producir, y de comenzar a preparar a los primeros trabajadores del proyecto.
¿Cuál es el perfil del trabajador para el proyecto?
Trabajar en el campo ya no es tan duro como lo era hace algunos años, pero si hay unos trabajos mecánicos que hay que hacer de manera coordinada y continua y se van aprendiendo, pues cualquier persona hombre o mujer, dispuesta a trabajar, sembrando, manteniendo o recogiendo productos agrícolas, especialmente en nuestro caso el pimiento, no es un trabajo duro pero si requiere de voluntad y ganas de ir poco a poco mejorando. Hasta ahora hemos contratado casi exclusivamente hombres, pero creemos que el perfil de mujeres de Arroyo puede ser también un perfil muy bueno y adecuado para trabajar en este sector. Trabajar al lado de casa, en un sector que puede contratarte todos los años durante muchos años, puede ser muy atractivo para muchos hombres y mujeres de Arroyo. En el futuro, la idea es intentar unir lo más posible unas campañas con otras para que la gente despedida pueda estar el menor tiempo posible sin trabajar.
Este es un proyecto a medio y largo plazo, ¿Cuáles son las previsiones del futuro?
Pues este año esperemos que la campaña del pimiento sea aceptable o buena, y el año que viene intentaremos ampliar las hectáreas de invernadero, la idea es intentar que cada año ampliemos unas 10 hectáreas, de tal manera que en unos cuantos años podamos llegar a las cerca de 100 hectáreas que quiere desarrollar el proyecto. Cuando se ejecute en su totalidad, si todo sigue así, eso supondría como ya anunciamos de la necesidad de disponer entre 200 y 300 trabajadores para todo el proyecto en su conjunto, cuando se puedan usar todas las hectáreas disponibles.
¿Cómo irán contratando a esos trabajadores?
Al principio para este año pensábamos que iban a ser pocas las solicitudes, y por ello pedimos la colaboración inicial del Ayuntamiento en la recogida de curriculums, puesto que nosotros estábamos en Almería, pero cuando vimos que superaban los 400 le dijimos que preferíamos ser nosotros los que recogiéramos los curriculums y las solicitudes. Dimos nuestro correo y comenzamos a llamar y seleccionar a los primeros trabajadores. Creemos que para la siguiente campaña del 2020 y sucesivas deberíamos previamente seleccionar a aquellos trabajadores, que además de querer trabajar tengan una mínima formación en cómo trabajar, es por ello que le hemos pedido al ayuntamiento y a la Junta que puedan ayudarnos en crear cursos de formación a los que puedan acudir y formarse las personas interesadas.
¿Cómo será esa formación?
Estamos convencidos de que no sólo tiene que ser para que trabajen con nosotros, sino también para que nos vendan a nosotros, en una hectárea de invernadero se puede producir lo suficiente para que viva bien una familia, por lo tanto la formación tiene que ser para poder trabajar en nuestra finca, o para trabajar en sus propias finca de arroyanos, estamos creando un sector nuevo en Arroyo de la Luz, y en buena parte de Extremadura, y los arroyanos y arroyanas deberían saber que todo lo que produzcan , también en ecológico por supuesto, van a tener a una empresa que se lo va a comprar campaña tras campaña. Eso es una gran ventaja para todo aquel que quiera emprender en un sector con mucho futuro.
¿Cuáles serán las producciones del futuro?
Nuestro producto estrella es el pimiento, pero vamos a seguir probando con otras producciones, lo que si podemos afirmar que todas vamos a certificarlas como ecológicas, ya hemos este primer año iniciado los trámites para que todo lo que produzcamos en Arroyo sea en ecológico, es decir sin utilizar ninguna clase de producto químico, ni fitosanitarios, ni pesticidas, todo biológico y ecológico. Creo que podrá convertirse en la primera productora de hortalizas en ecológico e invernadero de Extremadura, ese es nuestro reto. Productos sanos, ecológicos, y sin ninguna afección al medio ambiente utilizando productos que solo serán biológicos. Ya hemos pasado las primeras inspecciones y seguiremos haciéndolas año tras año.
¿También se envasarán en Arroyo los productos recolectados?
Así es, como ya hemos dicho nuestras producciones las comercializamos fundamentalmente en 30 países, y como Arroyo va a ser nuestra producción ecológica, queremos además tratarla de manera especial por ello la manipulación y el envasado queremos hacerlo también en la finca en Arroyo, para ello hemos ya elaborado un proyecto para convertir una nave, un antiguo secadero, en la fábrica de manipulación y envasado, para que los productos salgan de Arroyo hacia los países de destino sin tener que pasar por Almería. Esto también supondrá otros puestos de trabajo especializado en estos temas. Además estamos también viendo muchas posibilidades para trabajar en las charcas con la cría y comercialización de la tenca, de la que sabemos poco, pero estamos dispuestos a ver la oportunidad de negocio que puede generar.
¿Petit tenía también un proyecto turístico y energético?
Efectivamente ya hemos contratado y elaborado a través de un arquitecto de Cáceres el anteproyecto del tema turístico, y estamos en estos momentos analizando con el proyecto las diferentes posibilidades de inversión, de financiación y de posibles ayudas para llevarlo a cabo en los próximos años, ello requerirá de mano de obra tanto para la construcción como para los oficios relacionados con el turismo en el futuro. En cuanto al energético seguimos trabajando con el mayor obstáculo que es la capacidad de evacuación de energía a la red, pero continuaremos explorando todas las posibilidades que se ofrezcan. Pueden ser también más de 10 millones de inversión al final de proyecto turístico.
En definitiva, es un proyecto que va sin pausa pero sin prisas...
Bueno, quizás este año hemos ido más deprisa de lo que deberíamos, para ser el primer año, de ahí los problemas que hemos tenido. Pero como decía, no nos importa porque hemos conseguido probar la tierra, el agua y el clima, y hoy podemos afirmar que la finca produce adecuadamente. También nos ha servido para comenzar a probar a los primeros trabajadores de Arroyo y ver como se adecuaban a sus puestos de trabajo y comenzar a enseñarles el oficio. Lo mejor está por venir, este es un proyecto en el que estamos toda la familia muy ilusionados y estamos convencidos de que será muy beneficioso para el presente y el futuro del pueblo. Invertir en varios años, si todo sale bien en un periodo máximo de unos 10 años cerca de 20 millones de euros, y de contratar a más de 200 trabajadores es un buen proyecto para cualquier pueblo. Solo pedimos un poco de paciencia, comprensión y apoyo a la población arroyana.
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