

Loli Higuero
Jueves, 14 de enero 2016, 20:48
En muchos hogares arroyanos, existe un problema que preocupa a los ciudadanos. Es la plaga de termitas que desde hace un tiempo está sufriendo la población. Es latente en todo el casco histórico, desde la Corredera al Barrio de las Cruces. Según Caribú sanidad ambiental, su empresa ha realizado tratamientos en 22 casas y algún negocio, repartidos en la Corredera (5), San Marcos (1), calle la Parra (1), la Plaza de la Constitución (3), Germán Petit (3), Carnicero (3), Regajal (2), Santa Teresa (1), Francisco Pizarro (2) y Félix Rodríguez de la Fuente (1). Sin embargo, son muchas más las calles que tienen casas afectadas con estos insectos xilófagos que se alimentan de madera y otros materiales ricos en celulosa.
En lo que respecta al retablo mayor de la iglesia de la Asunción, de Luis de Morales, una joya irrepetible, las fuentes consultadas por este periódico detallan que el retablo fue tratado en el año que fue restaurado y en la actualidad sigue unas pautas de mantenimiento.
Acabar con ellas
Las termitas según los expertos son una plaga muy resistente y se necesita un tratamiento por parte de profesionales para poder destruirlas.
¿Pero sabemos qué son exactamente las termitas? Son insectos sociales que viven en colonias. Junto con las hormigas y las abejas, son el único grupo de insectos que muestran una organización social en sus comunidades. Vienen del suelo y por lo general se introducen en las estructuras sin ser detectadas a través de vías ocultas en los muros y suelos de los cimientos, convirtiéndose en un problema cuando invaden nuestro espacio vital.
Las termitas están presentes en toda la comarca y en pueblos cercanos como Malpartida de Cáceres, Aliseda o Brozas, entre otras localidades.
Las especies de termitas que colonizan en la localidad son de la variedad subterránea. No les gusta la luz, por lo que siempre tratarán de estar ocultas a la vista. Pueden estar atacando su propiedad y no ser consciente de ello. Viven en la tierra húmeda y son consideradas las más dañinas debido a que cavan túneles bajo la tierra, que no siempre son visibles, causando daños en la madera debajo de la casa.
Son de tamaño parecido a una hormiga pero son de color pálido blancuzco. Si se mira de cerca, las termitas tienen dos secciones en su cuerpo mientras que las hormigas tienen tres. En cuanto a las aladas y las hormigas aladas son muy parecidas, pero las termitas no tienen cintura, algo que en las hormigas es claramente visible. También las termitas tienen las cuatro alas de igual tamaño y las hormigas no.
¿Cómo detectarlas?
Hay evidencias comunes que nos indican la presencia de estos insectos en nuestras casas. Las termitas consumen la madera de dentro hacia fuera, dejando siempre una capa superficial. Por este motivo si al golpear un marco de una puerta suena hueco puede ser una señal de presencia de termitas. Lo mismo ocurre con los marcos de las ventanas, puertas o los rodapiés de madera que se rompen o hunden con un simple golpe.
Cuando las puertas o ventanas no cierran bien. Se puede deber a que las termitas trasladan barro aportando humedad al interior de la madera, lo hace que la madera se hinche y la puerta o la ventana no encaje bien con el marco.
Otra de las señales es cuando vemos túneles de barro, ya que son construidos cuando tienen que salir a la luz porque no encuentran madera. Son fabricados con barro, saliva y excrementos. De esta forma pueden desplazarse a otras zonas sin exponerse a la luz.
Por último, es más fácil verlas existe una salida masiva de ejemplares de termitas aladas. Se producen en la época de reproducción en los meses de abril y mayo.
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