

PPLL
Miércoles, 11 de enero 2017, 12:03
Al llegar a la calma y volver a la normalidad después de haber hecho tantos excesos navideños, debemos analizar si las comprar realizadas han sido las más adecuadas o si nos hemos dejado llevar por la locura de las y el derroche, pasando por alto lo que puedan pensar los más pequeños de la casa.
Hay que tener en cuenta que los hijos absorben todo lo que ellos ven reflejados en sus padres. Por lo tanto, si sus padres son gastadores, seguramente su hijo en un futuro también lo será. Por este motivo, es muy importante enseñarles desde edades muy tempranas el valor del dinero con conceptos muy básicos y fáciles de entender para que en el futuro se sepan organizar lo mejor posible ellos solos.
En las etapas más tempranas cuando los niños quieren absolutamente todo, hay que establecer prioridades para que puedan distinguir entre aquello que es necesario y aquello que es un capricho. Deben saber que no es posible obtener todo lo que se desea en el momento en el que se pide, pues ciertas cosas requieren de un esfuerzo y mucha constancia para poder conseguirlas.
CONCEPTOS BÁSICOS COMO VALORAR EL ESFUERZO
Muchas veces parece complicado explicar a los niños de dónde viene el dinero, ya que piensan que los billetes y las monedas salen de un pozo sin fondo, que se obtiene a través del cajero automático o, mejor aún, de la misma tarjeta con la que se paga el carrito de la compra lleno de cosas hasta arriba.
Ante tanta facilidad e inmediatez en todo lo que se compra, no es fácil poner freno a todos sus caprichos, por eso hay que darles explicaciones muy básicas con constancia que puedan ir limitando y acotando esa creencia, ya que, como todos sabemos, la realidad es bien distinta.
A través de argumentos, como el de "mamá y papá tienen que trabajar muchas horas para ganar dinero", o "en el banco se queda guardado como si fuera una hucha", o "si compramos más cosas, se acabará", ellos van a ir comprendiendo poco a poco el valor que tiene el dinero y las limitaciones que hay, además de aprender a priorizar y decidir entre distintas opciones según sus posibilidades.
Asimismo, los expertos señalan la importancia de que nuestros hijos entiendan también la necesidad de dejar una parte de lo que se tiene para ahorrarlo y así poder disponer de uso recursos para cuando ocurre algún imprevisto o, mejor aún, para disfrutar de unas vacaciones. De esta manera se le ha introducido desde pequeño el concepto de ahorro, proporcionando seguridad por el control en los gastos, y también el de fijarse objetivos concretos, que redundará en la obtención de una mejor planificación del presupuesto familiar.
Una vez dicho esto, hay que dejar claro que tener más dinero no hace que una persona sea mejor que otra, y que lo que de verdad importa son los valores que cada uno tiene, pero el dinero te permite tener más oportunidades y una vida más cómoda.
Este tipo de conversaciones hay que tenerlas lo antes posible para introducir a los pequeños en la educación financiera, pues será necesaria en su vida para desenvolverse mejor y tomar decisiones adecuadas.
CONCEPTOS BÁSICOS COMO ADMINISTRAR UNA PAGA
Cuando los niños empiezan a salir con sus amigos y a tener sus propios gastos, la mejor opción es establecer una paga, de esta manera ellos aprenderán a administrar su propio dinero. Una opción recomendada es dar una cantidad base semanal (mejor que mensual). Así aprenderán a planificar sus semanas según sus ingresos regulares.
Lo primero es establecer la cantidad de paga que le vas a dar a la semana, esto lógicamente va a depender de la situación y las posibilidades de la familia, y aunque se quede sin dinero antes de que se acabe la semana no se le puede dar más porque el objetivo es que aprendan a priorizar y ahorrar para conseguir lo que uno anhela.
En un primer momento, se puede comenzar con una cantidad inferior e ir aumentando a medida que coja confianza y se responsabilice de más gastos. Cada año se debe aumentar la paga para compensar el incremento de coste de vida.
Algo muy importante es evitar adelantarles el dinero cada vez que quieran comprar algo, y en el caso de que se les preste hay que fijar un plazo de devolución y asegurarse de que se cumpla. Después de un par de meses ahorrando y esforzándose por conseguir su capricho cuando consiga comprar aquello que deseaba con su propio dinero se va a sentir muy satisfecho consigo mismo.
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