El presunto asesino de Sofía Tato pasa una semana en el hospital con una puñalada en el tórax

Santiago Cámara, el presunto asesino de su esposa Sofía Tato, ingresó el pasado jueves en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital San Pedro de Alcántara. Tenía una herida de tres centímetros en el tórax y varios cortes en cuello, piernas y manos, pero no se temía por su vida.

Aunque en un primer momento se habló de que se le iba a hacer una intervención, todo quedó en la introducción de un tubo de drenaje en el tórax. El sábado fue trasladado a la zona de custodia del Hospital San Pedro, ubicada en la quinta planta del hospital, y que fue inaugurada durante el pasado mes de marzo para mejorar las condiciones de seguridad en estos ingresos.

Durante toda su estancia en el hospital ha estado vigilado por fuerzas de seguridad, en un primer momento por la Guardia Civil y más adelante, una vez que se decretó su prisión incondicional, por agentes de la Policía Nacional. Su condición de preso a partir del sábado no impidió que su familia pudiera acompañarle durante la recuperación.

El pasado lunes se le retiraba el tubo del drenaje y el martes se le practicó un TAC para comprobar que todo estaba en orden y que su estado de salud era perfecto. Santiago abandonó su habitación de custodia ayer antes de las dos de la tarde e ingresó en la prisión de Cáceres hacia las 14,30 horas en un coche de la Policía Nacional.

Santiago Cámara trabajaba como encofrador de la empresa Ferroluz, ubicada en el polígono industrial del pueblo. Era también muy aficionado a la caza. En Arroyo los vecinos le consideraban una persona tranquila. A nadie le cuadraba el desenlace dramático de un matrimonio sin estridencias aparentes.