
j. cEPEDA cÁCERES
Martes, 19 de septiembre 2017, 17:34
Las tuvo de todas las formas y colores, pero no fue hasta el minuto 81 cuando abrió la lata. El Cacereño se llevó ayer con una justicia un tanto tardía en cuanto a méritos el derbi de cercanía ante el Arroyo. Un equipo, el de Javi Moreno, que tuvo en su guardameta Juan Carlos, ex de la cantera verde, su máximo exponente de contención. Finalmente, una gran jugada combinativa nacida del orgullo de Elías Molina y finalizada por Viñuela, así como otro tanto del debutante Álex García en el descuento, sirvió para que aficionados, equipo y nuevos gestores tomasen de la mano la primera comunión en este nuevo ciclo histórico que afronta el decano del fútbol extremeño.
Con algo más de público que hace 15 días, la grada del Príncipe Felipe ovacionó la salida al palco de Luis Puebla y José Luis Tamargo, las caras visibles del fondo de inversiones colectivas que ahora es dueño del Cacereño, IQ Finanzas. Un gesto que en la carretera de Salamanca ha sido toda una rareza en las últimas décadas y que los mandatarios devolvieron al respetable.
Ya sobre el verde, y aunque el equipo visitante fue el primero en avisar en el minuto tres por mediación de un lanzamiento de falta directa ejecutado por Jetu, el Cacereño no tardó en hacerse claro dominador del juego con unos activos Ballesteros y Viñuelas creando peligro en zona ofensiva. No obstante, y ante la ausencia del delantero Javi Navarro a causa de una sobrecarga muscular, el joven Javi Durán, pese a mostrarse guerrillero y aportar buenos movimientos, no estuvo afortunado en cuanto a la ejecución en los lances definitivos de los que gozó.
Tras varios acercamientos del equipo local en la primera parte, otra ocasión destacable la tuvo Ballesteros en sus botas en el minuto 40. El jugador andaluz, con todo a favor dentro del área, no supo aprovechar la asistencia de David López tras realizar una buena jugada por banda izquierda. Justo antes del descaso, el incisivo Fran Viñuela volvió a intentarlo, esta vez con un disparo que obligó a Juan Carlos a emplearse a fondo.
En la reanudación el técnico del Cacereño, José María Rebollo, incluyó de inicio al debutante Álex García en detrimento de Javi Durán. El nuevo jugador verde, visiblemente motivado, causó una grata impresión no solo por su gol, sino por las sensaciones desprendidas en estos 45 minutos. También lo hizo Luismi con su puesta en escena en el minuto 56.
En la segunda parte el Cacereño puso una velocidad más y buscó con decisión la portería defendida por un Juan Carlos que, por momentos, llegó a ser la peor pesadilla del equipo verde, anulando una y otra vez las intentonas del cuadro local. En el otro bando, con Villa haciendo las veces de hombre boya, tan solo Fran tras su entrada al campo en el minuto 75 llegó a inquietar a Jiménez en apenas un par de ocasiones.
Justo cuando el fantasma del cero a cero comenzaba a entrar por la puerta del Príncipe Felipe, con un Cacereño más impreciso y nervioso con el paso de los minutos, fue el veterano Elías Molina el que tiró de galones para protagonizar una gran jugada combinativa a la que Fran Viñuela puso la guinda con el primero de la tarde. Un gol que fue celebrado con entusiasmo no solo en el césped, sino también en el banquillo verde.
Con el Arroyo obligado a dar un paso al frente para intentar sacar algo positivo, fue posteriormente Álex García a la contra quien, en el descuento y con un toque magistral, logró salvar la salida del meta arroyano para instaurar el definitivo 2-0. Unos minutos antes pudo haber sentenciado Juanqui Núñez para el Cacereño.
Ya en sala de prensa, el técnico Javi Moreno se mostró visiblemente dolido por el primer gol encajado por su equipo, que achacó a un fallo defensivo en la salida de balón: «Me duele cuando el jugador no hace lo que yo le digo», expresó.
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