ana isabel padilla
Jueves, 12 de abril 2018, 20:21
Ángel Caballero, un arroyano de cuna que ya no reside en el pueblo por circunstancias de la vida, pasó la mañana de ayer, 11 de abril, en la residencia de mayores de la localidad, donde tanto los ancianos que están allí como los del Centro de Día, pudieron disfrutar de sus trabajos de artesanía.
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La gran atracción fue un cordero de madera, un tacatá y el escudo de Arroyo, del mismo material. Pero no solo trabaja en madera, el cuero también es empleado en sus creaciones, como por ejemplo en el collar del cordero, que está fabricado en dicho material.
Adriana Ramos, la directora de la residencia, leyó un texto que también llevó
Ángel, escrito por él, con el que quería recordar y honrar el pasado agricultor y ganadero del pueblo de Arroyo de la Luz, siendo la ganadería la gran olvidada. Nombró varias familias de pastores, porqueros y cabreros. Fue un momento muy emotivo, ya que algunos de los nombres que sonaron eran recordados por los allí presentes e incluso se encontraban algunos en el lugar. Ángel Caballero invitó a algunos vecinos del pueblo para que escucharan el homenaje, ya que formaban parte de las familias nombradas.
Entre risas y lágrimas pasaron una mañana llena de recuerdos y emociones sin poder evitar recordar tiempos pasados, anécdotas e historias de antaño.
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