Un nuevo ataque en los campos arroyanos en plena crisis sanitaria
El autor ha conseguido salir de la localidad a pesar de la seguridad que hay en estos momentos de confinamiento y aislamiento social
En plena crisis sanitaria, en el estado de alerta que estamos viviendo en estos momentos a nivel global y teniendo en cuenta además que Arroyo de la Luz es una de las localidades que se encuentran confinadas, siendo las entradas y salidas del municipio controladas por la Guardia Civil desde el pasado 13 de marzo, el campo arroyano sigue sufriendo.
El pasado 26 de marzo, Santos Collado Castaño, quien el pasado septiembre encontró a una chotilla de 5 días asfixiada en su cancela, entre otros daños materiales, denunció a través de sus redes sociales, haberse encontrado tirado en el suelo de la puerta de su negocio, un candado con la cadena cortada.
Dicho candado, tal y como atestigua, acompañado de fotografías, estaba colocado en una parcela perteneciente a la familia.
El candado lo reconoció y comprobó que efectivamente en la puerta de la finca ya no estaba. Esta vez no ha tenido que lamentar más daños. En ese terreno no tenía ganado, sino que lo tenía reservado para siega. Al preguntarle por el posible motivo de esta acción nos dijo que los daños solo habían sido el candado, posiblemente para «dejarlo abierto y meter el ganado de quien fuera y así no pudieran segarlo».
La delincuencia no descansa. En pleno estado de alarma, con todos los vecinos de la localidad confinados en sus casas, la noche del 26 hubo un nuevo ataque en los campos arroyanos. Son varias las declaraciones de diferentes vecinos que aseguran que aún con toda la seguridad que hay ahora mismo en la localidad, hay quien consigue saltársela y entrar y salir por diferentes caminos.
Son muchos años los que agricultores y ganaderos arroyanos llevan sufriendo diversos ataques a sus tierras y sus animales. El último fue el pasado noviembre, cuando otro vecino de la localidad, Sebastián Camberos, tuvo que salir corriendo de la cama porque alguien había iniciado un incendio en su finca, concretamente en las pacas de paja que tenía para alimentar al ganado. Los daños fueron todos materiales, pero este fue el punto de inflexión, lo que hizo que el campo arroyano se levantara.
A partir de entonces se han sucedido 3 manifestaciones en la localidad. Agricultores y ganaderos de este movimiento en apoyo al campo de Arroyo, refirieron a este medio su intención de continuar con las manifestaciones, paralizado en este momento todo por el estado de alarma.
Lo que no descansa, es la delincuencia.
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