Numerosos visitantes se acercaron al cementerio arroyano en el Día de Todos los Santos
Este año, el cementerio municipal de Arroyo de la Luz ha vuelto a la normalidad, ofrenciendo una imagen muy diferente a la del pasado 2020.
El pasado año, la responsabilidad ciudadana y las restricciones vigentes en el puente de Todos Los Santos, hicieron que, aunque los vecinos continuaran rindiendo homenaje a sus seres queridos acercándose al lugar para limpiar y arreglar los nichos como es costumbre, las visitas se espaciaron a lo largo de toda la anterior semana, de forma que el tradicional 1 de noviembre hubo menos visitantes en el cementerio.
A diferencia de 2020, este año, arroyanos y visitantes, además de las visitas que se han producido, como es habitual, en los días anteriores para limpiar los nichos y panteones de sus seres queridos, el 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, la imagen que mostraba el cementerio era de normalidad prepandemia. Aunque la diferencia la han puesto las mascarillas y distancias entre grupos de personas que paseaban por el recinto, las personas que se acercaron hasta el lugar fueron mucho más numerosas.
Nada más llegar, la imagen del aparcamiento en la puerta del cementerio, prácticamente lleno, ya adelantaba una imagen diferente a las de 2020 que se iba a encontrar en el interior, con numerosas personas paseando entre las distintas calles del recinto, paradas ante diferentes panteones, poniendo flores o cambiándolas y limpiando las lápidas.
El agua y la mala climatología que ha acompañado todo el puente, que ha puesto a toda Extremadura en alerta, dio una tregua el lunes que se hizo notar en las visitas. Si bien en días anteriores, días en que es tradición que muchas personas acudan al lugar para la limpieza y engalanamiento de los panteones, aunque hubo visitas, muchas personas decidieron retrasar su paso por el cementerio hasta que la lluvia y el viento amainaran, el lunes salió el sol, invitando también, además de la mejoría de la situación pandémica, a que vecinos y visitantes se acercaran al cementerio en una fecha tan señalada y tradicional.
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El cementerio ha abierto sin el protocolo de seguridad covid que se elaboró el año pasado para garantizar la seguridad, ante el descenso de casos de coronavirus. No ha habido circuito con el itinerario de entrada y salida marcado ni entradas y salidas separadas por dos puertas. Tampoco se ha controlando el aforo de público (los empleados disponían el año pasado de un contador para hacer recuento) y no ha habido zonas restringidas al paso. Pero sí se cumplieron las recomendaciones sanitarias de distanciamiento social y uso de mascarilla.
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